La responsabilidad del derecho a la imagen en el caso de que se la persona sea un menor, recae en sus progenitores. Además, en el caso de que el menor tenga 14 años, también él tendrá que dar su consentimiento.
Cada vez más, a algunas personas les da muy poco miedo o ninguno publicar las fotografías de sus hijos menores de edad a cara descubierta en internet. Esto puede conllevar problemas porque puede que cuando cumpla la mayoría de edad, ese menor no quiera que unas fotografías tan íntimas de su infancia estén en Internet al alcance de cualquiera.
Con todo, más allá del deseo de privacidad, subir fotografías de menores a redes sociales puede conllevar una serie de riesgos. Es conveniente, en este sentido, seguir algunas pautas y tener presentes algunos consejos, en caso de que decidamos subir fotos de nuestros hijos a redes sociales.
Les compartimos unas que han sido elaboradas por la Asociación de Internautas:
Respeta la intimidad del menor. Ten siempre presente que debes respetar la intimidad de los menores y que ellos quizás no quieran (ahora o en el futuro) que otros vean esos momentos que, aunque puedan ser divertidos, sólo interesan al seno de la familia o a círculos de amigos muy cercanos. Recuerda: en internet todo se queda para siempre.
No publiques nunca fotos de los niños desnudos. En ninguna circunstancia: ni en la playa, ni en la alberca, ni dentro de casa. Aunque para ti sean momentos muy tiernos, esas imágenes pueden caer en manos de redes de intercambio de pornografía infantil.
No compartas diariamente. Cada vez que vayas a publicar una foto de tus hijos, cuestiónate: ¿De verdad esto resulta de interés para la mayoría de mis contactos? De esta forma, seguro que limitas de forma notable las imágenes que subes a internet.
Utiliza el correo electrónico. Si lo que quieres es compartir fotos con amigos íntimos y familiares, es más aconsejable utilizar el correo electrónico y evitar su publicación en las redes sociales.
Limita la difusión. Ajusta la privacidad de los perfiles en los que vas a compartir esas fotos, ya sea en las redes sociales o en programas de mensajería instantánea como WhatsApp.
No des pistas. Nunca detalles en las imágenes datos concretos del lugar o la hora en que se han tomado. Así no difundirás las rutinas de tus hijos, sus horarios habituales ni los sitios en los que pueden encontrarse a una determinada hora del día. De igual modo, procura que en esas fotos no se vea el nombre de tu calle, la entrada del colegio de los niños, la matrícula de tu coche, etc.
No etiquetes. En las fotos, no etiquetes a los menores con sus nombres y apellidos. Así evitarás que sean indexadas en los buscadores y que cualquiera pueda asociar las caras de los niños con su identidad real.
Pide permiso. Si vas a compartir imágenes en las que el menor sale con otros amigos, siempre debes preguntar a los padres de esos niños si están de acuerdo en subir esas fotos a la Red.
Pregunta al otro progenitor. Ambos progenitores tienen que estar de acuerdo a la hora de subir las fotografías de los hijos. Son normas sencillas de seguir y recordar, pues se basan en el sentido común.