Seguro que cada día vemos anunciado en nuestro timeline de Facebook, los recuerdos que tuvimos hace uno, dos y hasta 5 o 6 años con la pregunta de si deseamos compartirlos de nuevo. Lo creamos o no, los recuerdos de una persona se almacenan de forma digital dentro de muchos dispositivos: fotografías, videos y documentos pueden encontrarse dentro de celulares, tablets, computadoras, etc. Además, sus redes sociales están plagadas de contenidos, de historias, de conversaciones…
¿Qué ocurre con toda este testimonio digital cuando alguien fallece?
Estos datos no van a ninguna parte, a no ser que la persona en cuestión haya sido lo suficientemente precavida como para crear un testamento digital.
En países como España ya están empezando a fundarse empresas especializadas en servicios funerarios virtuales. Por ejemplo, Tellmebye, prepara la transferencia de esos contenidos, pero también digitaliza servicios tradicionales como los obituarios o los libros de condolencias. Tellmebye está entrando al mercado mexicano de la mano del Grupo Sowilo S.A., con lo que esperamos en breve sea una realidad en nuestro país.
Cuando una persona realiza un testamento en una empresa como Tellmebye, los convierte en sus albaceas de contenido virtual. Así, cuando se comunica y se confirma el fallecimiento, el patrimonio digital se entrega a las personas a las que ha legado sus derechos, tanto contraseñas de cuentas como archivos.
Derecho al olvido
¿Que ocurre si alguien no ha hecho testamento digital?
Muchas personas se harán esta pregunta. Si un familiar ha fallecido y tiene cuentas abiertas en redes sociales ¿cómo puedo pedir su eliminación?.
Facebook, por ejemplo, en Estados Unidos ya permite que los usuarios seleccionen un heredero de la cuenta, para que éste la gestione o publique algún mensaje para anunciar el funeral. En los países en los que esto no es posible, la red social da la opción de informar del fallecimiento para convertir su perfil en una cuenta conmemorativa o eliminarlo definitivamente. Para ello, Facebook pide que realicemos una solicitud y aportemos el certificado de defunción.
Twitter permite eliminar la cuenta por medio del formulario de privacidad. Una vez enviada la solicitud, la red social se pone en contacto con nosotros y nos envía instrucciones por correo electrónico para que proporcionemos cierta información sobre el fallecido, una copia de su credencial de lector y una copia de su certificado de defunción. Además, Twitter también ofrece un servicio relacionado con el derecho al olvido: eliminar imágenes o videos de personas fallecidas. La solicitud se rellena también en el formulario de privacidad, pero en esta ocasión será la red social quien decidirá si se elimina el contenido, dependiendo del interés público o el valor informativo.